El inicio de la expansión árabe en la península

En julio del 710, Tarif ibn Mallik, conocido en el mundo cristiano como «Tarif Abu Zara», desembarcó en la Isla de Tarifa con 4 barcos, 400 soldados a pie y 100 jinetes. Provenía de Tanger, en el norte de África, y el objetivo era explorar la costa sur de la península para preparar una incursión a gran escala.

Desde ahí realizó varias expediciones llegando hasta Algeciras, tomando algunos prisioneros y consiguiendo un importante botín con el que retornó a Tanger en pocas semanas.

Tras informar de la escasa o nula defensa que los habitantes de la costa sur habían ofrecido a la primera incursión, el general Tariq ibn Ziyad desembarcó en la bahía de Algeciras la noche del 27 de abril del 711 con casi 9000 hombres y comenzó la expansión por toda la Península Ibérica.

No sería hasta el 21 de septiembre de 1292, 582 años después, que Tarifa cayó a manos de los cristianos aunque aun deberían pasar 200 años más hasta que fueran expulsados todos los árabes y judíos de la península en 1492.

Muralla central de Tarifa
Muralla central de Tarifa

El importante legado que dejaron atrás los musulmanes junto con su cultura, avances técnicos y arquitectura fue destruido y el odio y la miseria se extendieron por toda la península durante los siguientes siglos hasta que en el 1834 fue abolido el Tribunal de la Inquisición.