Por fin en el Puente de Morillo

Después de muchos años intentando visitarlo, hace un par de semanas conseguí llegar a unos de los lugares más bonitos del Pirineo Aragonés: el Puente de Morillo sobre el río Yesa.

Puente de Morillo sobre el río Yesa

Lo cierto es que no hay prácticamente nada de documentación sobre este magnífico puente y como que mis conocimientos para datar edificaciones e infrastructuras son bastante nulas me quedaré con las ganas de saber algo de su historia. Lo que sí parece claro es que debe tener unos cuantos cientos de años de antigüedad.

Puente de Morillo sobre el río Yesa

Para llegar hasta el puente, tienes que estar un poquito en forma. La manera más fácil es coger una pista forestal que sale de Boltaña justo antes de llegar al cementerio saliendo de la Plaza Mayor y conducir hasta el cruce que marca «San Pietro». Necesitarás un 4×4 o al menos un coche alto y conducir unos 30 o 40 minutos. A partir de ahí, hay que continuar caminando, atravesar el pueblo de San Pietro (o Sampietro) y después de unos 45 minutos llegar al fondo del barranco de Yesa por donde cruza el puente. La vuelta será algo dura porque hay mucha subida o sea que llévate agua.

También hay otra forma de llegar que es desde Buerba, pero no he ido nunca desde ahí pero para llegar el camino es más largo porque hay que cruzar en coche todo el valle de Añisclo.

Pol y Blanca en Sampietro

El 23 de agosto de 2022, Pol (4 años) y Blanca (2 años) entraron en el abandonado pueblo de Sampietro marcando un hito histórico en su existencia.

Blanca y Pol con Sampietro al fondo

Para llegar es necesario transitar por una pista forestal durante unos 45 minutos con un coche alto y mejor si es 4×4, especialmente si ha llovido. Hay tramos de la pista que están un poco mal con muchas piedras altas y agujeros aunque no son más que 2 o 3 kms.

Después hay que caminar entre 30 minutos y una hora dependiendo del ritmo aunque en nuestro caso tardamos unos 70 minutos con varias paradas para beber agua y ver bichos y piedras.

La legendaria entrada de Pol y Blanca a Sampietro por primera vez en su vida

El pueblo está abandonado desde hace 400 o 500 años y desde entonces ha sido utilizado esporádicamente como refugio de pastores aunque se pueden ver algunas casas modernas de finales del siglo XIX de las que desconozco su objetivo.

Olèrdola

Esta mañana hemos estado visitando la Montaña de Olérdola, a unos 30-40 minutos de Barcelona, desde la que podemos viajar desde la prehistoria a la vieja ciudad medieval pasando por la impresionante fortificación romana y por el viejo poblado íbero.

La visita da para una mañana y la verdad es que hay numerosos puntos que merecen un buen rato como la cisterna romana y su sistema de captación de agua, la muralla romana o la iglesia de Sant Miquel junto a su necrópolis.

Las vistas a los viñedos del Penedés y al mazizo del Garraf desde los puntos más altos de la montaña también son dignos de mención aunque sin duda alguna uno de los puntos fuertes de la visita es la Iglesia de Sant Miquel, consagrada en el 992, y rodeada de una necrópolis utilizada para realizar enterramientos durante más de 1000 años.

Bacamorta

El domingo pasado, volviendo de Ainsa, llevaba el coche en modo «random» y al pasar por Morillo de Liena en la comarca de la Ribagorza vi un cartel que ponía «4 Bacamorta» y claro, no podía dejar pasarlo, así que me metí por la carretera que en unos metros se convirtió en carreterita y al cabo de dos kms en pista forestal.

Bacamorta es un despoblado en el Valle de Nocellas ubicado en lo alto de una colina abandonado desde la segunda mitad del siglo XX.

Pista forestal de acceso a Bacamorta

La parte final de la pista forestal es bastante complicada, con fuertes pendientes y muchos agujeros y piedras por lo que mi recomendación es que no te metas por ella a no ser que tengas tracción en las cuatro ruedas.

De todas formas, el último kilómetro se puede hacer caminando sin problema y vale la pena cansarse un poco solo para poder contemplar las vistas y las casas consumidas por la hiedra.

Castell d’Eramprunyà

Me sorprende que después de haber subido tantas veces al Castell d’Eramprunyà en Gavà aun no tuviera una entrada específica en mi blog.

La semana pasada, aprovechando que Blanca estaba en la guardería y que Pol tenía vacaciones en el colegio, decidimos realizar la ascensión al castillo desde la ermita de Bruguers, donde se puede aparcar el coche tranquilamente.

Aunque no existen estudios extensos sobre la historia del castillo, este se nombra ya en textos en el 957 por lo que es realmente antiguo. Es increíble que pese a lo bonito del camino y del lugar, el recinto del castillo continúe cerrado desde hace ya varios años aunque no hay que precocuparse porque hay un buen agujero en el vallado en su parte oeste, justo bajando un poco por entre los árboles.

Además de las espectaculares vistas, los restos del castillo son muy bonitos aunque uno de los aspectos que más me llaman la atención son las diferentes sepulturas antropomórficas, excavadas en la propia roca y que hay que ver.

Si estamos un poco en forma, el ascenso no nos llevarà más de 30 minutos y el único requerimiento es no ser un patoso, moverse bien entre piedras y seguir las indicaciones del GR92. Pol, con 3 años y medio, tardó alrededor de una hora porque aun va un poco lento y porque algunos tramos requieren un poco de técnica e ir con cuidado.

Es una visita imprescindible del todo.

El Puente de Moscarales

A unos 15 minutos andando desde Boltaña nos encontramos uno de los sitios de referencia del municipio que mucha gente desconoce y que considero de imprescindible visita.

La forma más fácil de llegar es la menos agraciada por lo que mi recomendación es dejar el coche en el Convento del Carmen o en el Camping Boltaña y caminar un sendero durante unos 30 o 15 minutos, dependiendo de donde hayamos aparcado, hasta que lleguemos a una pequeña zona de picnic muy integrada en el entorno junto al imponente puente románico de Moscarales.

Puente de Moscarales eb Boltaña

El puente no está excesivamente documentado pero se cree que su primera construcción sea del siglo XI aunque muy probablemente haya sufrido muchas modificaciones en estos 1000 años. En todo caso, su belleza es innegable.

Puente de Moscarales en Boltaña

Para los que vengais por el camino bonito junto al rio Ara desde el Convento del Carmen o por el Camping, tened en cuenta que los metros finales son un poco complicados si no eres muy ágil o si vas con niños. En todo caso, cálzate unas buenas zapatillas con buen taqueado para evitar resbalar y caerte al rio.

La ubicación del puente en Google Maps es esta y si quieres más información puedes consultar Cazando Puentes.

Por el Sobrarbe con Pol y Sofia

Esta semana hemos estado por la zona de Ainsa y Boltaña con Pol y Sofia (sin tilde) y hemos hecho un montón de cosas. Las minivacaciones han sido especialmente intensas para Pol donde ha tenido la oportunidad de hacer lo siguiente:

      • Jugar con perros.
      • Sentirse rodeado de un rebaño de ovejas.
      • Bañarnos en el rio en agua «fresquita».
      • Comer moras (muchas) directamente de las zarzas.
      • Comer manzanas y peras directamente del árbol.
      • Ver y tocar renacuajos, algunos de ellos casi-ranas.
      • Perseguir saltamontes y jugar con ellos.
      • Ver burros y acariciarlos.
      • Ascender a la Peña Montañesa (no hasta arriba de todo).
      • Andar por el monte (en total más de 10 kms).
      • Caminar por terreno muuuuuuy irregular.
      • Beber agua fría de fuentes naturales.
      • Atravesar un puente románico.
      • Perseguir gatos.
      • Ver una puesta de sol increíble entre montañas.
      • Redescubrir Margudgued andando desde Ainsa.
      • Ver y tocar setas.
      • Ver vacas, gallinas, patos y cerdos.
Pol y Sofia ascendiendo a la Peña Montañesa

En el vídeo de arriba, Pol transita alegremente por el sendero justo a punto de entrar en la pedrera de ascenso a la Peña Montañesa de 2.295 metros sobre el nivel del mar. Parece llano, pero no lo es.

Riera del Morral del Molí

Hace 9 o 10 años, cuando trabajaba en Seat. en uno de esos mediodías que aprovechaba para hacer algo diferente a comer, descubrí la Riera del Morral del Molí, un pequeño riachuelo de agua cristalina junto a Martorell que se secaba justo antes de confluir en el río Llobregat.

Desde esa época tenía pendiente su exploración a fondo y ese día llego hace unas semanas, cuando decidimos usar la mañana del domingo para adentrarnos en el cauce con mi hermano, Pol, Blanca, Sofia y Sara.

El camino junto a la Riera del Morral del Camí que hay que seguir

Nos metimos con los coches en una pista off-road durante unos 15 minutos hasta que tuvimos que detenernos y continuar a pie. El agua cada vez era más clara y limpia a medida que ascendíamos y aunque no había mucha si que pudirnos darnos un chapuzón, especialmente los niños.

Justo aquí tuvimos que dejar el coche antes de que el camino se hiciera complicado

Para ir hasta el lugar, tienes que desviarte por este camino y continuar hasta que el coche o el sendero no den más de sí.

Sara, Blanca y Pol chapoteando en el agua

Es una excursión muy sencilla para una mañana de sábado o domingo en los que no sepas que hacer.