Por fin en el Puente de Morillo

Después de muchos años intentando visitarlo, hace un par de semanas conseguí llegar a unos de los lugares más bonitos del Pirineo Aragonés: el Puente de Morillo sobre el río Yesa.

Puente de Morillo sobre el río Yesa

Lo cierto es que no hay prácticamente nada de documentación sobre este magnífico puente y como que mis conocimientos para datar edificaciones e infrastructuras son bastante nulas me quedaré con las ganas de saber algo de su historia. Lo que sí parece claro es que debe tener unos cuantos cientos de años de antigüedad.

Puente de Morillo sobre el río Yesa

Para llegar hasta el puente, tienes que estar un poquito en forma. La manera más fácil es coger una pista forestal que sale de Boltaña justo antes de llegar al cementerio saliendo de la Plaza Mayor y conducir hasta el cruce que marca «San Pietro». Necesitarás un 4×4 o al menos un coche alto y conducir unos 30 o 40 minutos. A partir de ahí, hay que continuar caminando, atravesar el pueblo de San Pietro (o Sampietro) y después de unos 45 minutos llegar al fondo del barranco de Yesa por donde cruza el puente. La vuelta será algo dura porque hay mucha subida o sea que llévate agua.

También hay otra forma de llegar que es desde Buerba, pero no he ido nunca desde ahí pero para llegar el camino es más largo porque hay que cruzar en coche todo el valle de Añisclo.

La Iglesia de Anciles

Hace unos días, casi por casualidad, descubrí Anciles, un pequeño y espectacular pueblo en la provincia de Huesca perteneciente al municipio de Benasque en los Pirineos.

Además de sus pequeñas calles y sus majestuosos palacios y casas solaniegas su mayor sorpresa es la iglesia románica de San Pedro Apostol reformada en el siglo XVII y que en su parte interior esconde lo que en su día fue el cementerio del pueblo con algunas lápidas en el suelo de casi 200 años de antigüedad.

Sin duda, merece una visita si estás por la zona y no quieres perderte uno de los pueblos más bonitos y auténticos del Pirineo.

La Grande Bellezza

Hoy he vuelto a ver La Grande Bellezza («La gran belleza» en español) y continuo reafirmándome en que es probablemente la mejor película de los últimos 10 años.

Es una película compleja, con multitud de lecturas y no apta para mucha gente, la verdad. El inicio es muy potente y conviene no perderse los pequeños detalles que se entremezclan entre la música y que Paolo Sorrentino ha armonizado magistralmente.

El verano de Roma, como nunca lo has sentido, es el telón de fondo de una compleja red de conexiones vitales entre personajes que aspiraron a mucho y que hoy se hunden en una decandencia que no son capaces de identificar.

Gran parte de la película es poesía moderna y el personaje princial, Jep Gambardella, va desgranando cada una de las personalidades que se interconectan mientras se prodiga en auténticas citas para la posteridad como «Lo más importante que me di cuenta al cumplir 65 años es que no puedo perder más el tiempo haciendo cosas que no quiero hacer«, “A mi edad una mujer bella no es suficiente” o «¿Qué tienen contra la nostalgia? Si es la única distracción posible para quien no cree en el futuro…«. Y todo ello con una espectacular e indiscutible banda sonora.

Ganó el Oscar, el Globo de Oro y el premio BAFTA a la mejor película de habla no inglesa. Hay que verla en versión original.

Museo Nacional de Beirut

El viernes pasado tuve la oportunidad de visitar el Museo Nacional de Beirut y descubrir una de las maravillas más importantes del mundo: el sarcófago de Ahiram, un rey fenicio de Byblos (ubicada a unos 40 kms al norte de Beirut), y considerada la primera inscripción en alfabeto fenicio del mundo y por tanto pieza fundamental para entender como se transmitió el alfabeto a Europa para evolucionar hasta nuestro sistema actual.

Entrada al Museo Nacional de Beirut

Aunque su antigüedad es algo imprecisa se estima que puede datarse alrededor del 1000 a.c. es decir con una edad de más de 3000 años.

La parte más importante de la inscripción hallada en la parte exterior de la tapa del sarcófago dice así: «Si un rey entre reyes, un gobernador entre gobernadores o un general atacara Byblos y profanara este sarcófago, se deshoje el báculo de su poder, se derrumbe su trono y huya la calma de Byblos«.

El resto del museo es igualmente apasionante con muchos objetos recogidos en la necrópolis de Byblos y en otros lugares del Líbano de procedencia fenicia, griega y romana.

KBr

Hace 8 días, en un domingo sin demasiadas aspiraciones, decidimos Pol, Blanca y yo, salir a explorar un poco la ciudad e ir al KBr de la Fundación Mapfre en la Villa Olímpica de Barcelona.

El KBr es una sala de exposiciones de fotografía artística con muestras itinerantes donde una de las cuales, dedicada a Adolf Mas Ginestà, llamó mi atención esperando encontrar fotos antiguas de la ciudad de Barcelona. Pero no fue el caso.

La sorpresa fue descubrir la otra exposición dedicada a Lee Friedlander, un tipo americano que no conocía y que me encantó y al que recomiendo visitar si te gusta la fotografía.

Pol y Blanca a las puertas del KBr

Aparte de las dos exposiciones, lo más remarcable fue cuando me despisté unos segundos y Blanca se quedó atrancada en la puerta giratoria de entrada y de donde tuvo que ser rescatada por los de seguridad.

Ophelia

¿Como puede ser que después de casi 25 años de blog aun no haya hablado nunca de Ophelia, de John Everett Millais? Muchos definen el cuadro como la «muerte más bella jamás pintada» y realmente podría merecer este calificativo.

Ophelia

Pintada alrededor de 1850, representa a Ophelia, la amante de Hamlet, justo después de ahogarse (o suicidarse) rodeada de una exhuberante naturaleza que la envuelve en el agua y fuera de ella y que esconde multitud de mensajes como el collar de violetas representando el amor efímero y el duelo. Shakespeare escribe en Hamlet: «Una violeta que en la primavera juvenil de la naturaleza se adelanta, no permanente, dulce no duradero, perfume de un momento y nada más.«.

Se exhibe habitualmente en la Tate Gallery en Londres.

El Pont del Diable

El domingo pasado nos levantamos temprano y fuímos a desayunar a Sant Andreu de la Barca, solamente como parada intermedia antes de nuestro destino final en el Pont del Diable de Martorell.

Pol y Blanca en la entrada del Pont del Diable desde Martorell

El puente inicial fue construído en tiempos de Augusto alrededor del año 9 antes de Cristo y formaba parte de la Vía Augusta romana. Después de una riada, el puente fue reconstruído en estilo gótico en el 1289 y posteriormente reformado hasta en 3 ocasiones.

Pol y Blanca cruzando el Pont del Diable

De la construcción inicial aun se mantiene en pie el magestuoso arco honorífico romano de entrada al puente que señalaba la frontera entre las provincias de Tarraco y Barcino.