El Castillo de Krickenbeck

Esta semana he tenido la oportunidad de pasar un par de días en el Schloss Krickenbeck (o Castillo de Krickenbeck en español), un colosal palacio reacondicionado en 1904 sobre el viejo castillo de finales del siglo XIV cuando pertenecía a los Condes de Kleve.

Su remodelación final a principios del siglo XX es un buen ejemplo de arquitectura neorrenacentista alemana.

El Schloss Krickenbeck está en Alemania, en el municipio de Nettetal, a escasos 10 minutos de la frontera con Holanda y lo más destacado de la zona, sin lugar a dudas, es su frondosa naturaleza y los lagos que rodean a la mansión.

Schloss Krickenbeck en Alemania

El martes y el miércoles hemos celebrado ahí el Sage Summer Camp, el evento para partners de Sage en Alemania que ha reunido a más de 200 asistentes y donde han podido conocer las novedades en nuestros productos y los planes de innovación para 2025 con énfasis especial en Sage Copilot.

Escudo del Schloss Krickenbeck en Alemania

Uno de los momentos más especiales de mi estancia en Krickenbeck fue el martes a primera hora cuando salí a correr 7 kms entre lagos y bosques y rodeado de animalillos de todas clases.

La puerta de San Zeno Maggiore

En 2005 y 2006 viví en Verona, junto al rio Adige, en el barrio de San Zeno.

Lo más destacable de la zona, sin lugar a dudas, era la magestuosa Basilica de San Zeno Maggiore, una obra de arquitectura iniciada en el 967 y que contribuye a convertir Verona en una de las ciudades más imprescindible de Italia.

Si algo destaca en la Basilica de San Zeno son sus dos puertas con sus 48 representaciones en bronce y que se construyo en tres etapas entre el siglo XI y el siglo XV.

En 2005, compré una reproducción de una de las representaciones, concretamente la de la crucifixión de Jesucristo, para regalársela a mis padres pero como era habitual nunca llegaron a colgarla en la pared y permaneció en un cajón en su caja original hasta hace unos meses en que la recuperé y la colgué en mi salón.

La crucifixión de Cristo – Basilica de San Zeno Maggiore

La reproducción está hecha igualmente en bronce y es prácticamente igual a la orifinal aunque de diferente tamaño. Todo una obra de arte.

El hombre de la cabeza torcida

Esta discreta obra de arte tiene una larga historia pese a que pretenda comunicar un mensaje muy sencillo: la soledad de las personas frente a la vida y frente a los problemas.

«El hombre de la cabeza torcida»

Lo hice el 28 de septiembre de 2014 con un marco de IKEA y dos piezas bastante antiguas que habían estado conmigo durante hacía ya algún tiempo. El muñeco era uno de esos obsequios con los que Colacao intentaba fomentar sus ventas y llego a casa a principios de la década de 1990 y por aquí estuvo hasta que decidí montarlo junto al polluelo amarillo que me regalaron mis compañeros y amigos de T-Systems cuando en 2008 decidí dejar la compañía.

Representaba en su día la cantidad de “pollos” con los que tuvimos que lidiar durante los casi 10 años en los que permanecí en la empresa, trabajando muchos fines de semana y noches. Esa misma idea y representación es la que intenté plasmar en el cuadro y es que al final ante los desafíos más importantes de la vida, siempre estás tú solo, y aunque pueda parecer un mensaje algo pesimista es sin duda un grito de optimismo al hacer recaer en el ser humano, a nivel individual, la responsabilidad de todo lo que le sucede y darle el mando de todas las decisiones que lo guían a través del camino de la vida. No hay pues, excusa, para hacer de otros los responsables de tu camino, sólo tú.

Ya tengo la doble nacionalidad

Pues después de esperarlo ansiosamente, por fin he conseguido la doble nacionalidad gracias a mi nuevo pasaporte de la Neue Slowenische Kunst o símplemente NSK. Si no te suena esta nación, puedes intentar encontrarla en Google Maps o en nskstate.com.

Ya tengo ganas de cruzar alguna frontera fuera del espacio Schengen para probarlo. Ya contaré como va la experiencia.

Sexto Soneto de Pascua

Como todos los años, mi hermano procedió el pasado lunes de Pascua a la lectura del habitual Soneto para mi hijo Pol en su calidad de Padrino.

SISÈ SONET DE PASQUA

Ja tens una edat en que comences,
Potser ara, a dir coses amb sentit,
A semblar que ets gran i tens savieses,
Però jo crec que no, que encara ets petit.

Tens l’edat de la imitació i el joc,
I ara mateix tot sembla mentida.
I fent broma, posaràs la mà al foc,
I aniràs brut corrent cap a la crida.

Ara observarem com menges la mona
Aquest gran ou de xocolata blanca;
Fruirem veient com el teu cos s’hi abraona

I com les mans amb el dolç entrebanquen.
Ni veritats , ni neteges, ni neurones.
Volem desastres, sis anys sobre unes anques!

Xavi, el Padrí, a 1 d’Abril de 2024.

En una nota final, mi hermano pedía disculpas a Pol por las incorrecciones métricas: «Nota final: estimat Pol, disculpa les incorreccions mètriques i les llicències que en aquest sonet m’he vist obligat a realitzar. Intentaré millorar els propers anys.«.

Chris Killip en Newcastle

Hacía mucho tiempo que una exposición fotográfica no captaba mi atención con tanto entusiasmo como lo ha hecho hoy Chris Killip en el Baltic Centre for Contemporary Art de Newcastle.

Killip, nacido en la Isla de Man en 1946, documentó con su cámara las dificultades de los habitantes del norte de Inglaterra y su estrecha relación con la ciudad, el carbón y el mar en la década de los 70 y los 80.

Crabs, Skinningrove, North Yorkshire 1982 – Chris Killip

A través de 50 o 60 fotografías, quizás más, muchas de ellas alrededor del área de Newcastle, podemos imaginar la dura vida de muchos de los habitantes durante los años de crisis que transformaron el antiguo modelo de economía productiva industrial y del carbón convirtiendo Inglaterra en la actual potencia financiera y tecnológica.

Sin duda ha sido todo un descubrimiento que recomiendo encarecidamente.

Por fin en el Puente de Morillo

Después de muchos años intentando visitarlo, hace un par de semanas conseguí llegar a unos de los lugares más bonitos del Pirineo Aragonés: el Puente de Morillo sobre el río Yesa.

Puente de Morillo sobre el río Yesa

Lo cierto es que no hay prácticamente nada de documentación sobre este magnífico puente y como que mis conocimientos para datar edificaciones e infrastructuras son bastante nulas me quedaré con las ganas de saber algo de su historia. Lo que sí parece claro es que debe tener unos cuantos cientos de años de antigüedad.

Puente de Morillo sobre el río Yesa

Para llegar hasta el puente, tienes que estar un poquito en forma. La manera más fácil es coger una pista forestal que sale de Boltaña justo antes de llegar al cementerio saliendo de la Plaza Mayor y conducir hasta el cruce que marca «San Pietro». Necesitarás un 4×4 o al menos un coche alto y conducir unos 30 o 40 minutos. A partir de ahí, hay que continuar caminando, atravesar el pueblo de San Pietro (o Sampietro) y después de unos 45 minutos llegar al fondo del barranco de Yesa por donde cruza el puente. La vuelta será algo dura porque hay mucha subida o sea que llévate agua.

También hay otra forma de llegar que es desde Buerba, pero no he ido nunca desde ahí pero para llegar el camino es más largo porque hay que cruzar en coche todo el valle de Añisclo.

La Iglesia de Anciles

Hace unos días, casi por casualidad, descubrí Anciles, un pequeño y espectacular pueblo en la provincia de Huesca perteneciente al municipio de Benasque en los Pirineos.

Además de sus pequeñas calles y sus majestuosos palacios y casas solaniegas su mayor sorpresa es la iglesia románica de San Pedro Apostol reformada en el siglo XVII y que en su parte interior esconde lo que en su día fue el cementerio del pueblo con algunas lápidas en el suelo de casi 200 años de antigüedad.

Sin duda, merece una visita si estás por la zona y no quieres perderte uno de los pueblos más bonitos y auténticos del Pirineo.