¿Tan malo es el cambio climático?

Las voces alarmistas sobre todas las catástrofes que se le suponen al cambio climático que estamos sufriendo se suceden a diario. Sin embargo, mi visión es algo distinta.

Dejando a un lado el hecho de que continuamos dentro de la llamada Glaciación Cuaternaria y que los cambios climáticos han sucedido desde siempre en la Tierra, lo extraño no es que tengamos un aumento de la temperatura mundial sino que no lo hayamos tenido antes. De hecho, la principal anomalía climática al analizar los últimos 2.400 millones de años (hasta donde se puede analizar) sugiere que se está produciendo en los últimos 10.000 años a través de un clima extremadamente estable que ha propiciado el desarrollo humano a través de la aparición de la agricultura y la ganadería (recomiendo la lectura de «Armas, gérmenes y acero: breve historia de la humanidad en los últimos trece mil años» de Jared Damond). Sin un clima estacional estable, no hubiera sido posible mantener y evolucionar las diferentes variantes de alimentos cultivados a través de la selección artificial de sus mutaciones genéticas (a ver quien es capaz hoy en día de comerse una manzana o cereza salvaje no cultivada -el sabor suele ser bastante amargo-).

Resumiendo, lo normal es que estuviéramos ya en un período de desglaciación total sin prácticamente hielo en los polos, con un nivel del mar superior al actual y con bastantes zonas desérticas más… pero también con mucha más población desplazada hacia el norte, principalmente en las grandes, verdes, inhabitadas y frías áreas de Rusia y Canadá.

Pero es que además, cuando analizamos el consumo eléctrico de todos los países del mundo y aislamos el factor riqueza que obviamente condiciona el uso que hacemos de la electricidad, el resultado más interesante es que los lugares donde se gasta más es precisamente en las zonas más frías del planeta: Canadá, Rusia, China, Estados Unidos, Noruega, Suecia, Islandia, etc…

Con esta información, la pregunta obvia es ¿Cuanto podríamos ahorrar en calefacción si solamente aumentásemos 5 grados la temperatura media anual?. Vivo en Newcastle (en el norte de Inglaterra) desde octubre y ni un solo minuto desde que llegué me he podido permitir el lujo de apagar la calefacción: algunos días puede que esté más baja pero nunca la he apagado, ni incluso por la noche porque aunque el aislamiento sea muy bueno, el vivir permanentemente entre los -5 y los 5 grados en invierno no te permite tener apagados los radiadores el 80% del tiempo como en Barcelona.

El resumen de todo este análisis es que si aumentasen unos grados la temperatura media el ahorro energético podría ser muy considerable y que la migración natural de personas desde el centro hacia los polos no debería ser un problema porque nuestro planeta está muy deshabitado en las actuales zonas frías y es algo que ha sucedido desde siempre y volverá a suceder. Solamente tenemos que estar preparados y aceptarlo como algo natural.

 

La Playa de Cofete

En los confines de la Isla de Fuerteventura, en Canarias, se encuentra ka majestuosa playa de Cofete, aislada y remota y a la que solo se puede llegar por una carretera sin asfaltar después de media hora de baches y polvo. Es sin duda alguna una de las mejores atracciones de la isla y de obligada visita si andas por ahí.

Playa de Cofete
Playa de Cofete

La bibliografía sobre la playa y el pueblo es realmente escasa aunque varias leyendas apuntan a que durante la segunda guerra mundial el lugar fue una importante base secreta de submarinos nazis que utilizaban la isla para abastecerse y desde ahí atacar buques aliados. Por supuesto todo ello con el conocimiento del gobierno de España en esa época.

 

El Minarete de Jam

Perdido entre inhóspitos valles en Afganistán, el Minarete de Jam se alza majestuoso en mitad de un terreno pedregoso y de difícil acceso donde empiezan a llegar los primeros turistas después de varios años de aislamiento. En el siguiente vídeo, un reportero que acompaña a las fuerzas de la OTAN nos muestra el minarete. Solo dura 4 minutos.

Parque Nacional Tortuguero

En Costa Rica (de donde he llegado hace una semana), una pequeña franja costera caribeña de 35 kms al norte del país es una de las pocas zonas del mundo donde la gran tortuga verde decide poner los huevos cada 3 o 4 años. El espectáculo es impresionante.

Cuando cae la noche (a partir de las 6 de la tarde), cientos de tortugas de más de un metro de longitud alcanzan la playa y tras arrastrarse por la arena durante 20 minutos comienzan a hacer grandes agujeros en la arena para depositar sus huevos (de 80 a 200). Finalmente vuelven a taparlos y regresan al agua.

La llegada al Parque debe hacerse por lancha porque no hay carreteras que atraviesen los tupidos bosques y los cientos de canales. Una vez ahí, los guardas del Parque reúnen a los turistas en grupos de 10 personas (se debe ir con ropa oscura y están prohibidos dispositivos electrónicos de cualquier tipo, linternas o cámaras fotográficas) y aguardan en la oscuridad la llamada por radio de los rastreadores que avisan del punto exacto donde una tortuga ha comenzado a desovar. El espectáculo, sin luz y con el único sonido del mar batiendo la playa, dura alrededor de 2 horas durante las cuales se pueden ver varias tortugas entrando y saliendo del agua.

Tortuguitas verdes (fotografía obtenida del Hotel Orango)
Tortuguitas verdes (fotografía obtenida del Hotel Orango)

Al cabo de dos meses los huevos eclosionan y miles de tortuguitas se juegan la vida entre jaguares, buitres y monos por alcanzar el mar con vida y esperar suerte a no ser comidas por los tiburones u otras especies hambrientas de tiernas tortugas.

Lluvia en Margudgued

Estos últimos días ha llovido mucho por el Pirineo Aragonés y el Río Ara está bajando muy lleno. Los de la Asociación de Vecinos y Amigos de Margudgued han colgado algunas fotografías realmente interesantes de como anda el Ara a su paso por el pueblo.

La fotografía muestra como estaba el caudal a su paso por el «puente del sanatorio». A ojo, yo diría que debe haber entorno a los 2 metros de altura respecto a la media que suele llevar el río en este punto.

Rio Ara
Rio Ara

Desde Buerba a Sampietro

Hace unos días intentamos llegar desde Buerba a Sampietro a través del viejo PR-HU 44. Pese a lo nutrido de la expedición (mi primo Toni, Fer, Raquel, Oscar, Gonzalo, Benjamín y yo) e ir equipados con cámaras, GPSs y demás artilugios electrónicos nos perdimos en mitad del espeso bosque de la zona y no tuvimos más remedio que volver sin haber alcanzado el objetivo. A donde sí llegamos fue hasta el rio Yesa, de aguas transparentes y puras y que en lo más bajo del recorrido marca el inicio de la ascensión hasta Sampietro.

Cerca de Buerba
Cerca de Buerba

Este es el punto de inicio del recorrido, donde comienza el sendero y que en teoría debería estar marcado, pero que al final resultó más difícil de lo previsto. En el hecho de perderse también  pudo influir las indicaciones de un cazador de la zona que nos dijo «seguid por ese barranco que es más rápido». Cuando ya estábamos abajo de todo nos insistió en que ese era el camino correcto y que no sabía de ningún puente medieval (ver más abajo).

Algunos de los expedicionarios
Algunos de los expedicionarios

Y he aquí los expedicionarios, ya próximos a derrotarse y decidir volver hacia atrás: Raquel, Fer, Toni y Oscar. Gonzalo y Benjamín, mucho más expertos en este tipo de expediciones, detectaron que algo iba mal a los 15 minutos de salir y decidieron darse la vuelta.

Río Yesa
Río Yesa

Este es el magnífico rio Yesa. Aunque no lo vimos, aguas más abajo se encuentra el antiguo puente medieval, muy cerca de Morillo de Sampietro y paso obligado para acceder a Sampietr0. Lo anoto en mi Lista de Deseos para intentar alcanzarlo en una próxima excursión.

Ermita de Juanipablo

El sábado pasado, siguiendo la estela de Javifields, tuve la oportunidad de visitar la Ermita de Juanipablo muy cerca de la localidad de Tella, tierra de brujas y gigantes, en la comarca del Sobrarbe y dar por realizado un deseo más de mi Lista de Deseos.

Emplazada en un entorno natural excepcional, la ermita, del siglo XI, está considerada como el templo más antiguo documentado de toda la comarca. Su construcción, impulsada por el deseo de «cristianizar» el llamado Puntón de las Brujas debió acelerarse para frenar los aquelarres que se realizaban en el lugar para invocar a Satán por parte del cada vez más numeroso grupo de brujas que habitaban la región. Sólo visitando este insólito lugar, puede uno imaginarse como debía ser hace más de 1000 años, con el viento gélido bajando de las heladas cumbres del Monte Perdido y ver las reuniones de infieles señoras celebrando ritos ancestrales. Los lugareños, durante siglos siempre han proclamado el «Tella, Dios nos guarde de ella«, ante el temor que despertó siempre su tradición brujeril a lo que las brujas respondían con un «Ojala tengas tan lejos los huesos de la carne como estás de ella«.

Ermita de Juanipablo
Ermita de Juanipablo

Tal y como consta en un pergamino conservado en el Museo Diocesano de Barbastro, en 1019 era consagrada la ermita por el Obispo Borrel de Roda de Isábena, en presencia de la condesa Toda de Ribagorza. Este hecho pone de relieve la influencia que ejercía el condado de Ribagorza sobre el de Sobrarbe al extinguirse su casa condal. Aunque pronto ambos condados, acuciados por el Imperio Carolingio al norte y las incursiones musulmanas al sur, dieron por bueno el amparo de Sancho III el Mayor de Pamplona (un viejo familiar mío).

Ermita de Juanipablo
Ermita de Juanipablo
Puntón de las Brujas
Puntón de las Brujas

Para los que quieran visitar la ermita, avisar que no se llega en coche y que hay que andar un rato.

Tres Nuevos Países

Pues sí, después de más de 4 semanas de verano por el continente americano, tres nuevos países se han incorporado a la Lista de Países Visitados: Paraguay, Brasil y Uruguay y ya son en total 58.

En Paraguay estuvimos visitando la Central Hidroeléctrica de Itaipú, la segunda más grande del mundo después de la Presa de las Tres Gargantas en China. También anduvimos por la «apacible» Ciudad del Este. En Brasil estuvimos en Foz do Iguaçu y el en Parque de las Cataratas de Iguazú. En Uruguay es donde estuvimos más tiempo; 2 días en Colonia del Sacramento y 3 días en Montevideo.

De vuelta a Argentina, hemos visitado las Cataratas de Iguazú, la Misión Jesuítica de San Ignacio Miní, el Parque Nacional de los Glaciares (donde está el Perito Moreno), El Calafate y hemos hecho un trozo de la RN40.

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En la fotografía, transitando en coche de alquiler por la Patagonia Argentina, en una ruta principal, a punto a cruzar el «Chorrillo Malo».

En total han sido unos 8.000 kms (sin contar el Barcelona-Buenos Aires-Barcelona) que hemos hecho en avión, autobús, barco, coche y remís.