Mi primera visita al oftálmogo fue el 16 de abril de 1974 cuando tenía 3 años y 4 meses y fue en la consulta del Doctor Antonio Sabala Durán en la Calle Aribau, número 5 de Barcelona.
El primer diagnóstico era de astigmatismo con hipermetropía y estrabismo convergente y fue cuando me pusieron gafas por primera vez.
Después de unos años con el Dr. Sabala, cambié de oculista y comencé a visitarme en el Hospital de Sant Joan de Deu para niños hasta que me echaron porque había dejado de ser niño a los 17 años.
De ahí, hice un par de visitas en la Seguridad Social pero rápidamente me cambié a la Clínica Barraquer donde sigo yendo aun hoy en día.
Uno de los hitos más importantes en mi vida ocular fue el 13 de julio de 2017 cuando me operé y después de 43 años llevando gafas me las quité para siempre.
He descubierto hoy dentro de MyHeritage.com una aplicación espectacular que «revive» fotografías estáticas de personas creando la sensación de que están vivas. La aplicación se llama Deep Nostalgia y está accesible en este link.
Hace 25 años, invertía mi tiempo construyendo cacharros electrónicos y uno de los que estoy más orgulloso es el «Llamador Automático DX».
Cuando tenía 21 años conseguí mi licencia de radioaficionado de clase A después de pasar cuatro o cinco exámenes entre los que estaban el de aptitud para decodificar mensajes sonoros en código morse. Mi código de llamada era EA3GIW.
Uno de los problemas que tenía era que mi estación no era muy potente (apenas 4W) y aun menos la antena dipolo que me había construido por lo que en momentos de poca propagación electromagnética era importante mantener la llamada DX abierta para capturar cualquier apertura puntual. Eso podía tomar horas por lo que el problema era como podía tener mi equipo de radio haciendo llamadas sin tener que estar yo directamente a los mandos del micrófono.
Lo que hice fue construir un pequeño dispositivo que grababa digitalmente un mensaje de voz y que lo repetía ininterrumpidamente en un bucle infinito dejando espacios de 10 segundos entre repetición y repetición. Una de las complejidades era como activar y desactivar la función llamada en la emisora cuando el mensaje estaba en repetición. Al final, todo funcionó de maravilla durante muchos años.
Parte delantera del Llamador Automático DX
El diseño del sistema y el circuito impreso estaba todo hecho por mi, un poco artesanalmente y algo feo, pero funcional. Las fotografías que he hecho esta mañana son del primer prototipo que hice y que funcionaba.
Parte trasera del Llamador Automático DX
Iba tan bién que incluso vendí algunas unidades del llamador para conseguir algo de dinero aunque para soldar cada uno invertía un buen rato y no salía el precio de la hora muy rentable.
Esta foto de mi madre fue tomada alrededor de 1966 y es una de las pocas que tengo en la que no está posando formalmente.
Mi madre alrededor de 1966
En la fotografía, mi madre está junto a un señor que desconozco en un bar, bebiendo una Cocacola y revisando catálogos o fotografías; no lo tengo muy claro. Viste con un traje-chaqueta bastante moderno y con su medalla de la Virgen que la acompañó durante toda su vida.
Si se amplía su mano derecha, aparece un brillo en uno de los dedos que me hace pensar que puede ser el anillo de casada aunque no queda del todo claro.
El domingo fue el cumpleaños de Blanca y ya tiene un año. Aun no anda sola pero está casí ahí. A nivel de habla no pasa del «papapapa», «mememe», «kapamama» y el sobreusado «eiiiiiiiiiiincccc» con tono especialmente agudo.
La pobre Blanca ha vivido todo su vida confinada y aun no ha volado nunca en avión pero esperemos que esto se arregle pronto.
Esta semana ha sido carnaval y aunque no se ha podido celebrar como se debiera por culpa de la pandemia, Pol y Blanca han tenido una agenda bastante apretada en la guarderia. A continuación, algunos de los outfits elegidos este año.
El que más le gusto a Pol fue el de Micky Mouse, tanto que insiste en dormir con el todas las noches.
Hasta los años 80 del pasado siglo, lo casi habitual cuando una mujer se casaba era que dejara de trabajar y fuera mantenida por su marido. De esta forma, podía encargarse más eficazmente del mantenimiento de la casa y de sacar adelante la familia si esta crecía.
Y así lo hizo mi madre en 1966 cuando contrajo matrimonio con mi padre. Trabajaba de oficial administrativa en Zenker («Herederos de Pablo Zenker») llevando la contabilidad, gestionando pedidos y clientes. Según ella y según mi padre, era muy buena en lo que hacía y muy querida por sus compañeros y jefes.
Liquidación final de María Luisa Ventosa para Herederos de Pablo Zenker
La liquidación final o finiquito, tal como se ve el documento escaneado, se realizó el 10 de mayo de 1966. Se consignaron 10 días de empleo del mes de mayo por lo que se supone que su último día laboral fue el propio 10 de mayo. Cuatro días más tarde, el 14 de mayo, se casaron.
Pese a que tenía muchas fotografías de la boda de mis padres, nunca había podido identificar el lugar donde se habían casado. Algunas fotos estaban hechas en una escalinata que parecía la entrada a un chalé, otras en la calle y las de la ceremonia en un espacio cerrado dificilmente identificable. Sabía que se habían casado por Sarriá o Pedralbes pero ninguna de las iglesias de la zona parecían coincidir con las imágenes.
Y esto fue así hasta el pasado 3 de diciembre de 2020 cuando corriendo por el monte y volviendo ya para casa en uno de mis típicos recorridos aleatorios me topé con una calle que era clavada a la de las fotos de la boda. Obviamente, no me pude parar, pero cuando llegué a casa repasé el recorrido que había hecho y tras estar mirando un buen rato descubrí una especie de capilla ubicada en un chalé cuyo nombre era y es «Capella de Nostra Senyora de la Mercè».