Hoy hace un año que volvimos de Newcastle. La mudanza nos la hicimos nosotros conduciendo los 1.800 kms que hay hasta Barcelona y atravesando el Eurotunnel por debajo del Canal de la Mancha.
Cargando el coche de vuelta a Barcelona
La parte más complicada del proceso fue meterlo todo dentro del coche y conseguir un poco de espacio para nosotros.
Esta mañana he estado en el Juzgado de Newcastle. Después de estar viviendo unos meses en Inglaterra y de tener algunos problemillas con multas de tráfico, la Policía decidió llevarme a juicio no por haber excedido el límite de velocidad en dos ocasiones dentro de la ciudad sino por no haberme autoidentificado como conductor cuando así me fue requerido.
La realidad es que sí que lo hice y envié la carta desde España con los formularios cumplimentados y antes de hacerlo les saqué un par de fotos y publiqué este tweet anunciándolo:
España, 2 multas en 10 años. Newcastle, 4 multas en 1 mes. Cada 15 metros una cámara pic.twitter.com/qjqOBbX25V
Pues resulta que hoy, el Juez ha decidido declararme inocente porque con este tweet con fecha no modificable, entendía que las fotografías que presentaba no eran falsas o preparadas antes del juicio sino que había sido en Febrero cuando al menos cumplimenté los formularios y los ensobré. Ha entendido que el problema ha sido o del sistema de correos o de la Policía que han extraviado mi respuesta.
Twitter ha sido por una vez útil al ser utilizado como prueba inalterable.
Volviendo de Newcastle a Barcelona, paramos en un área de servicio a descansar a unos 200 kms de Londres y compré una bolsa de estos pastelitos pese a lo del «Containing pure butter».
Eccles Cakes
Me parecieron deliciosos y eso que no llevaban chocolate sino una especie de pasta de frutas y mantequilla realmente buena que no llegaba a empalagar.
Por fin hemos estado en el «Victoria Tunnel» de Newcastle (estaba incluido en el pack de regalos de mi cumpleaños) y definitivamente no ha decepcionado pese al fuerte acento geordie de los guías.
El túnel fue construido entre 1839 y 1842 para transportar carbón desde las minas de carbón de Spital Tongues hasta el río Tyne donde se cargaba en buques para ser transportado río arriba. Tiene una longitud de unos 4 kms y dejó de utilizarse en 1860 cuando la mina fue cerrada debido al poco rendimiento que generaba.
Laura en el Túnel Victoria
La colosal estructura subterránea que actualmente recorre buena parte de la ciudad de Newcastle, volvió a utilizarse durante la Segunda Guerra Mundial como refugio antiaéreo durante los bombardeos alemanes que dejaron casi 400 muertos. Durante esos años la ciudad contaba con una potente industria naviera y armamentística que la situaba como objetivo de guerra.
Aunque solo son visitables los primeros 800 metros del túnel la visita es altamente recomendable para conocer un poco más la historia de la ciudad entre 1840 y 1942.
Ya hace algo más de 3 años que pisé por primera vez Newcastle, donde Sage, la empresa en la que trabajo, tiene su sede central, y donde suelo estar entre 2 y 3 veces por mes.
La ciudad es fría a más no poder pero tiene un encanto especial que la hace bastante atractiva junto al espectacular río Tyne y sus numerosas casas y mansiones antiguas rodeadas por frondosos prados y bosques a pocos kilómetros de Escocia.
La ciudad fue fundada por los romanos en el siglo II aunque fue destruida varias veces hasta que en el 1080 Robert Curthouse construyo el castillo conocido como «Castillo Nuevo» del que tomó el nombre posteriormente la ciudad (Novum Castellum o New Castle).
Castillo de Newcastle
Durante los últimos 200 años, Newcastle ha sido un importante centro industrial en Inglaterra en parte por las numerosas minas de carbón que había y por la potente industria naviera. Hoy en día una cierta decadencia se ha apoderado de la ciudad la cual sigue conservando rincones llenos de historia como el Victoria Tunnel (de 4 kms) o su Castillo.