Museo Nacional de Beirut

El viernes pasado tuve la oportunidad de visitar el Museo Nacional de Beirut y descubrir una de las maravillas más importantes del mundo: el sarcófago de Ahiram, un rey fenicio de Byblos (ubicada a unos 40 kms al norte de Beirut), y considerada la primera inscripción en alfabeto fenicio del mundo y por tanto pieza fundamental para entender como se transmitió el alfabeto a Europa para evolucionar hasta nuestro sistema actual.

Entrada al Museo Nacional de Beirut

Aunque su antigüedad es algo imprecisa se estima que puede datarse alrededor del 1000 a.c. es decir con una edad de más de 3000 años.

La parte más importante de la inscripción hallada en la parte exterior de la tapa del sarcófago dice así: «Si un rey entre reyes, un gobernador entre gobernadores o un general atacara Byblos y profanara este sarcófago, se deshoje el báculo de su poder, se derrumbe su trono y huya la calma de Byblos«.

El resto del museo es igualmente apasionante con muchos objetos recogidos en la necrópolis de Byblos y en otros lugares del Líbano de procedencia fenicia, griega y romana.

Museo Olímpico de Barcelona

Ayer, contra todo pronóstico y sin programación previa, visité el Museu Olímpic i de l’Esport de Barcelona, junto al Estadio Olímpico. El caso es que nuestro objetivo era ir al MNAC a ver la exposición temporal sobre Sorolla pero al acercarnos vimos enseguida que sería una operación imposible: había cientos de personas haciendo cola para entrar y la tónica se repetía en todos los museos de la ciudad (por eso de la Semana Santa y que llovía,…).

El único museo que apuntaba tranquilidad fue el que visitamos y aunque hacía tiempo que lo tenía en mi lista de deseos aun no había tenido la ocasión.

El museo repasa la historia de los juegos olímpicos, partiendo de los deportes que se incorporaron año tras año. Para los nostálgicos de los JJOO de Barcelona’92, debería ser una visita obligada aunque para el resto, el museo deja bastante que desear.

Esqueletos Enfermos

Esta mañana he estado en la exposición temporal «Esqueletos Enfermos» en el Museu Egipci de Barcelona. Volvía al museo por segundo vez, atraído especificamente por esta exposición que descubrí hace unos días en El Períodico (y hoy en El País) y en la que tenía depositadas grandes expectativas.

La exposición, fascinante, no ha defraudado y merece sin duda una visita concienzuda a las 136 piezas que se exhiben en el sótano del Museo Egipcio de Barcelona.

En la siguiente fotografía, por ejemplo, este craneo del siglo XIX pertenece a un hombre que murió afectado por sífilis dónde se puede observar el deteríodo que la enfermedad había producido en los huesos.

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El siguiente cráneo perteneciente a la era neolítica y encontrado en las Minas Neolíticas de Can Tintorer en Gavà, muestra dos importantes incisiones que no son otra cosa que trepanaciones voluntarias con la intención de curar alguna enfermedad y en la que el individuo sobrevivió.

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El hueso sacro de la imagen de abajo perteneció a un hombre de edad mediana que vivió en Mongolia durante los siglos VI o V antes de Cristo. Por esas épocas no debería ser muy fácil vivir y en este caso la muerte del individuo se produjo probablemente por una herida de hacha o espada frontal o lateral que le corto parte del hueso.

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La entrada al museo cuesta 11 euros e incluye la visita al fondo permanante del museo y a otra exposición temporal sobre sarcófagos.