Llamador automático DX

Hace 25 años, invertía mi tiempo construyendo cacharros electrónicos y uno de los que estoy más orgulloso es el «Llamador Automático DX».

Cuando tenía 21 años conseguí mi licencia de radioaficionado de clase A después de pasar cuatro o cinco exámenes entre los que estaban el de aptitud para decodificar mensajes sonoros en código morse. Mi código de llamada era EA3GIW.

Uno de los problemas que tenía era que mi estación no era muy potente (apenas 4W) y aun menos la antena dipolo que me había construido por lo que en momentos de poca propagación electromagnética era importante mantener la llamada DX abierta para capturar cualquier apertura puntual. Eso podía tomar horas por lo que el problema era como podía tener mi equipo de radio haciendo llamadas sin tener que estar yo directamente a los mandos del micrófono.

Lo que hice fue construir un pequeño dispositivo que grababa digitalmente un mensaje de voz y que lo repetía ininterrumpidamente en un bucle infinito dejando espacios de 10 segundos entre repetición y repetición. Una de las complejidades era como activar y desactivar la función llamada en la emisora cuando el mensaje estaba en repetición. Al final, todo funcionó de maravilla durante muchos años.

Parte delantera del Llamador Automático DX

El diseño del sistema y el circuito impreso estaba todo hecho por mi, un poco artesanalmente y algo feo, pero funcional. Las fotografías que he hecho esta mañana son del primer prototipo que hice y que funcionaba.

Parte trasera del Llamador Automático DX

Iba tan bién que incluso vendí algunas unidades del llamador para conseguir algo de dinero aunque para soldar cada uno invertía un buen rato y no salía el precio de la hora muy rentable.

Mi madre en 1966

Esta foto de mi madre fue tomada alrededor de 1966 y es una de las pocas que tengo en la que no está posando formalmente.

Mi madre alrededor de 1966

En la fotografía, mi madre está junto a un señor que desconozco en un bar, bebiendo una Cocacola y revisando catálogos o fotografías; no lo tengo muy claro. Viste con un traje-chaqueta bastante moderno y con su medalla de la Virgen que la acompañó durante toda su vida.

Si se amplía su mano derecha, aparece un brillo en uno de los dedos que me hace pensar que puede ser el anillo de casada aunque no queda del todo claro.

Blanca ya tiene un año

El domingo fue el cumpleaños de Blanca y ya tiene un año. Aun no anda sola pero está casí ahí. A nivel de habla no pasa del «papapapa», «mememe», «kapamama» y el sobreusado «eiiiiiiiiiiincccc» con tono especialmente agudo.

La pobre Blanca ha vivido todo su vida confinada y aun no ha volado nunca en avión pero esperemos que esto se arregle pronto.

Carnaval

Esta semana ha sido carnaval y aunque no se ha podido celebrar como se debiera por culpa de la pandemia, Pol y Blanca han tenido una agenda bastante apretada en la guarderia. A continuación, algunos de los outfits elegidos este año.

El que más le gusto a Pol fue el de Micky Mouse, tanto que insiste en dormir con el todas las noches.

El último día de trabajo de mi madre

Hasta los años 80 del pasado siglo, lo casi habitual cuando una mujer se casaba era que dejara de trabajar y fuera mantenida por su marido. De esta forma, podía encargarse más eficazmente del mantenimiento de la casa y de sacar adelante la familia si esta crecía.

Y así lo hizo mi madre en 1966 cuando contrajo matrimonio con mi padre. Trabajaba de oficial administrativa en Zenker («Herederos de Pablo Zenker») llevando la contabilidad, gestionando pedidos y clientes. Según ella y según mi padre, era muy buena en lo que hacía y muy querida por sus compañeros y jefes.

Liquidación final de María Luisa Ventosa para Herederos de Pablo Zenker

La liquidación final o finiquito, tal como se ve el documento escaneado, se realizó el 10 de mayo de 1966. Se consignaron 10 días de empleo del mes de mayo por lo que se supone que su último día laboral fue el propio 10 de mayo. Cuatro días más tarde, el 14 de mayo, se casaron.

Capella de Nostra Senyora de la Mercè

Pese a que tenía muchas fotografías de la boda de mis padres, nunca había podido identificar el lugar donde se habían casado. Algunas fotos estaban hechas en una escalinata que parecía la entrada a un chalé, otras en la calle y las de la ceremonia en un espacio cerrado dificilmente identificable. Sabía que se habían casado por Sarriá o Pedralbes pero ninguna de las iglesias de la zona parecían coincidir con las imágenes.

Y esto fue así hasta el pasado 3 de diciembre de 2020 cuando corriendo por el monte y volviendo ya para casa en uno de mis típicos recorridos aleatorios me topé con una calle que era clavada a la de las fotos de la boda. Obviamente, no me pude parar, pero cuando llegué a casa repasé el recorrido que había hecho y tras estar mirando un buen rato descubrí una especie de capilla ubicada en un chalé cuyo nombre era y es «Capella de Nostra Senyora de la Mercè».

Circuito del 3 de diciembre de 2020

Se encuentra situada en el Carrer Torrent de les Roses 22 de Barcelona, por encima de la Ronda de Dalt en la zona alta de Pedralbes.

Capella de Nostra Senyora de la Mercè – Barcelona

Obsérvese la pequeña cruz que asoma en lo alto del chalé y lo camuflada que se encuentra la iglesia entre viviendas unifamiliares.

El antiguo túnel de Gornal

En el núcleo de Gornal, en Castellet i la Gornal, de donde procedía mi abuelo materno Lorenzo Ventosa Vallés, había antiguamente un túnel que cruzaba la actual Nacional 340.

Nacional 340 a su paso por Gornal – Foto de Carles Querol

El edificio, Cal Posas, fue derribado en 1966 y su historia puedes leerla en el Blog de Josep Arasa i Ferrer.

Ya hace muchos años que encontré en nuestra casa de la Gornal un banderín donde aparecían dos niños y de fondo el famoso túnel, pero desde el otro lado, cruzando la 340 o el «Camino Real» como se llamaba en la antigüedad.

Túnel en la Nacional 340 a su paso por Gornal

La fotografía se realizó alrededor de 1960 y aunque era en blanco y negro, se coloreó posteriormente con resultados bastante aceptables. Aunque no lo se con seguridad, creo que la niña es Maria Rosa Campanera Rosell.

El 2 de agosto de 1966 se publicó esta noticia en La Vanguardia, probablemente un poco falto de grandes titulares en el comienzo de las vacaciones de verano.

La Vanguardia, 2 de Agosto de 1966

Hoy en día, la N340 continúa cortando la Gornal en dos partes y aun sigue en pie el edificio de la derecha.

Escape de Gas en Barcelona

Cuando era pequeño e íbamos al cementerio el día de todos los Santos con mis padres, mi madre siempre encontraba unos minutos para ir a ver un nicho muy viejo y olvidado en el Cementerio de Sant Andreu y me contaba que era de una amiga suya que había muerto hacía muchos años por culpa de un escape de gas junto a sus padres. La familia había terminado ahí y ya nunca más nadie había traído flores o mantenido sus tumbas.

He vuelto a revivir esta historia hoy al toparme con el recordatorio del entierro de tres miembros de la misma familia, que después de comprobar en la hemeroteca de La Vanguardia, he visto que habían fallecido debido a un escape de gas.

Recordatorio de José Llanes Marsiñach, Martina Sopena Franco y Josefa Llanes Sopena

El suceso ocurrió el 8 de marzo de 1962 y la amiga de mi madre, Josefa Llanes Sopena, era la hija de los jardineros de una finca situada en Pedralbes en la calle Panamá, 21.

La Vanguardia, 9 de marzo de 1962

Mi madre vivía unas puertas más abajo en la misma calle y sus padres se ocupaban de la cocina y los coches de la torre de la familia Piera.