Mi primera emisora de radio

Alrededor de 1987 me compré el Sales Kit 41, un pequeño emisor de FM comercial (100 MHz), que se tenía que montar y soldar desde cero.

Le saqué un partido enorme porque un par de años más tarde, modificando algunas piezas, logré montarme una pequeña emisora en el barrio, Radio Verneda, que emitía de uvas a peras cuando tenía tiempo y que aun hoy no tengo muy claro si nos llegó a oir alguien alguna vez.

Hoy he encontrado por casa el cacharro que me construí con el SK41 y le he sacado unas fotos.

Equipo emisor de Radio Verneda en 1989

El equipo estaba formado por el SK41 al que le había quitado el micrófono electret y sustituído por un preamplificador al que se podía conectar una entrada de música y audio directamente en los terminales rojo y negro de la izquierda.

También sustituí la alimentación a pila de 9V por un transformador que saqué de algún televisor viejo y al que le puse un circuito rectificador para entregar 12V continuos. La salida de la antena también la hice más profesional, soldando un coaxial desde el terminal ANT hasta el conector hembra PL259 que le puse para poder conectar una antena en condiciones.

Sales Kit 41 montado en 1989

Para rematar la faena, también he encontrado el manual de instrucciones del SK41 y como no, lo he escaneado.

Instrucciones de montaje del Sales Kit 41 – Emisora experimental de F.M.

No hace falta decir que todos estos experimentos fueron los precursores de mi afición por las radiocomunicaciones y el paso previo a comprarme mi primer equipo de CB ese mismo año 1989.

Sofia ya tiene 18 años

Sofia ha hecho 18 años y Pol y Blanca le han hecho unos dibujos artísticos para recordar tan esperada efeméride.

Parts del Món, Pol Sampietro

En el dibujo anterior, Pol ha intentado recoger lugares del planeta tierra donde hace frio o calor. Un ejemplo es Sudáfrica donde la temperatura ronda los 17ºC durante la realización de un safari. También ha añadido un campo con flores en Boltaña (Huesca) así como el prado de azafrán que podemos encontrar en la falda norte de la Peña Montañesa a 1.500 metros de altitud.

Sofia i jo, Blanca Sampietro

En el dibujo de Blanca, en la figura marcada como «1» tenemos a Sofia comiendo un helado y a su izquierda un «monstruito». Debajo de la imagen del helado tenemos a Xavi y Sofia esquiando en una montaña alta y a la izquierda, nuevamente Sofia cruzando un semáforo con unos ladrones buenos que la observan.

Aunque parezcan dibujos simples y aleatorios, cada uno de ellos tiene un tema específico que de un modo u otro está conectado con Sofia y con los momentos vividos junto a mis hijos.

El Little Bangladesh de Londres

Hace un año o así, casi por casualidad, descubrí una nueva zona de Londres que desconocía y que me dejó fascinado: la «Little Bangladesh».

Junto a la parada de metro de Aldgate East y rodeada de una pequeña zona de restaurantes y tiendas turcas, comienza la calle Brick Lane, que cruza con Whitechapel Road, y en la que nunca te meterías a no ser que supieras lo que estás buscando.

Pero hazme caso y métete. Lo que parece una calle más londinense, insulsa y sin mucho que ofrecer, empieza a dar pistas tras pasar el arco que anuncia «Banglatown». Ahí reside la mayor comunidad bangladesí de Londres en total armonía con jóvenes estudiantes y artistas, bares de moda y tiendas exóticas, que han convertido a Brick Lane en un punto de referencia imprescindible si te apetece ir a dar un paseo, o tomar algo, en un ambiente totalmente distinto y alejado de las hordas de turistas que inundan el Soho, Camden o Southwark.

Aunque sin duda alguna, lo que más me gusta de esa calle es la cantidad de restaurantes asiáticos que se concentran en apenas un kilómetro: indios de todas sus regiones, coreanos, japoneses, pakistaníes, bangladesís, de Bután,… Los que más abundan son los de Bangladesh y los indios pero también hay combinaciones raras fusionando comida italiana y coreana o griega e india.

Ayer, volví de nuevo a la zona y probé un restaurante afgano que había abierto hacía tan solo un par de semanas. Que maravilla de lugar, de comida y de servicio, y todo a precios muy ajustados (para lo que es Londres, claro).

Afghan Eats en el 134 de Brick Lane en Londres

Si no sabes donde ir una tarde, pásate por Banglatown y ve a cenar al Afghan Eats en el 134 de Brick Lane.

Mejorar el ATU de la Icom IC-7300

El sintonizador automático de antena de la Icom IC7300 funciona muy bien aunque siempre me había llamado la atención que no fuera capaz de ajustar antenas por encima de un ROE de 3 o 4. Técnicamente, no debería haber ningún problema porque otros sintonizadores externos (manuales o automáticos) lo hacen sin mayores complicaciones pero en la IC7300 el sintonizador se desconecta automáticamente cuando las estacionarias iniciales son muy altas.

Pero finalmente ya he encontrado la opción para mejorar el rendimiento de su sintonizador interno. Básicamente lo que hay que hacer es colocar el acoplador en modo «Emergency» para que ajuste ROEs altas: en el menú hay que ir a SET>OTHERS>EMERGENCY y seleccionar TUNER. Nos pedirá que apaguemos el equipo y ya está.

Icom IC-7300 con su sintonizador automáticpo de antena en modo «emergencia»

La primera novedad que encontramos es que en la pantalla vamos a ver «E-TUN» en naranja en vez de «TUNE» (como se ve en la fotografía en el vértice superior izquierdo), mostrando que está activo el modo emergencia.

En este modo, el equipo trabaja con un máximo de 50W-60W ya que para estacionarias altas, los componentes se calientan más e imagino que los de Icom quieren evitar problemas.

Como medir ROE con el NanoVNA

Por fin me he hecho con un NanoVNA y no puedo estar más contento.

Es un analizador de redes vectorial y la principal diferencia con los analizadores de espectros tradicionales es que no permite el análisis de señales de entrada mayores de 10V en contínua o +10dBm en RF.

Es ideal para medir la relación de ondas estacionarias en antenas de radio al permitir la inyección programada de señal de radiofrecuencia y calcular la relación entre potencia envíada y reflejada (ROE o SWR en inglés).

El aparato, que cabe en la palma de la mano, es capaz de hacer muchas otras cosas pero yo lo utilizo solamente para ajustar antenas a la/s frecuencia/s en que quiero que resuenen. La forma de utilizarlo es la siguiente:

    • Mostramos una sola gráfica. Solo vamos a querer enseñar la gráfica de ROE por lo que iremos a DISPLAY>TRACE y seleccionaremos solamente «TRACE 0» y dejaremos los otros «TRACEs» en gris haciendo doble click en cada uno de ellos. Con esto tenemos solamente que ver una curva amarilla.
    • Mostramos la ROE en «TRACE 0». En DISPLAY>FORMAT S21 seleccionaremos «SWR» para mostrar en el puerto 1 (S11) la relación de ondas estacionarias en amarillo.
    • Definimos frecuencia inferior y superior. Definiremos la frecuencia inicial y final de barrido para programar el ancho de banda en el que el NanoVNA analizará el rendimiento de la antena. En mi caso voy a ponerlo entre 130 y 500 MHz para poder medir mi antena de V/UHF. Iremos a STIMULUS>START y pondremos «130M». Repetiremos la operación en STIMULUS>STOP con «500M».
    • Definimos el límite superior de la escala. Si tenemos la ROE muy alta no vamos a poder ver como de mal está el asunto por lo que mi recomendación es poner el límite del eje Y (la ROE) entre 5 y 10. En este caso la pondré a 5: DISPLAY>SCALE>TOP y poner 5.
    • Conectamos la antena y medimos. Ahora ya solo queda conectar la antena al puerto 1 que viene marcado como «S11» y ya está. Para poder saber la relación de ondas estacionarias para una determinada frecuencia solo tenemos que movernos con la gráfica con la rueda que hay en la parte superior del NanoVNA.
NanoVNA de 130 a 500 MHz

En la fotografía anterior se puede apreciar un pequeño marcador en la parte inferior derecha que corresponde a la medida que se puede leer en la parte superior: un ROE (o SWR) de 1,267 para una frecuencia de 437,1 MHz. No está nada mal para una antena de no más de 60 o 70cms de longitud para el coche donde se pueden ver los dos mínimos que corresponden a 145 MHZ y 435 MHz.

Acoplador MFJ-945E

Me he comprado un acoplador manual de antena de segunda mano en Inglaterra (con eBay) y ya lo tengo en casa. Es el MFJ-945E que funciona en el rango de 1.8 MHz a 60 MHz.

Es la primera vez que tengo uno manual con variador de inductancia y al mismo tiempo con el medidor integrado de potencia enviada y reflejada y aunque es bastante potente me ha costado un poco comenzar a utilizarlo.

Para la lectura del medidor de potencia y ondas estacionarias (SWR o ROE), lo más importante a saber es que la ROE se obtiene leyendo el punto donde se cruzan las dos agujas (potencia enviada y reflejada) en las líneas rojas y que van de derecha a izquierda desde uno a infinito.

Mobile Tuner MFJ-945E

El ajuste de la antena también es algo especial. Se tiene que iniciar poniendo la posición de «Transmitter» y «Antenna» a 5 y mover «Inductance» punto a punto, hasta que la señal de ruido sea máxima. Es muy importante que cada vez que movamos el «Inductance» el equipo esté en RX y nunca en TX.

A partir de ahí ya tenemos que empezar a mover, esta vez en TX contínuo, los controles de «Transmitter» y «Antenna» de la forma tradicional hasta obtener la ROE más baja.

Para más detalles, no hay como acudir al manual completo en inglés, donde incluso tenemos el esquema electrónico del acoplador.

La mujer del pelo rojo

Orhan Pamuk es probablemente uno de los autores turcos más importantes y «La mujer del pelo rojo» un buen libro para comenzar a conocerlo.

Esta novela ambientada en Estambul y que comienza en 1985, transcurre durante los siguientes 30 o 35 años para desembocar en un buen final que entremezcla la épica, la historia y las leyendas y que vale mucho la pena leerlo.

84, Charing Cross Road

Helen Hanff, en Estados Unidos, comenzó a intercambiar correspondencia con una tienda de libros en Inglaterra en 1949. La relación duró 20 años y finalmente Helen decidió agrupar en 84, Charing Cross Road todas las cartas enviadas y recibidas durante ese período.

Es un libro bonito y tranquilo que desprende bondad y energía. Helen es una chica culta e irónica con una alegría contagiosa que choca a veces con la seriedad británica.

Es una lectura imprescindible para los amantes de la literatura. Un libro para leer tranquilamente disfrutando página a página. No esperes tramas policíacas ni suspense ni siquiera un miligramo de adrenalina. Simplemente literatura práctica sobre literatura.