Lotería o la cultura del esfuerzo

Siempre me ha fascinado el sueño de hacerse rico comprando un décimo de lotería o un número de la ONCE. Mucha gente aspira a ganar una ingente cantidad de dinero invirtiendo solamente 6 o 12 o 20€ y un par de minutos de su vida. Con las quinielas, aun podría entender un cierto grado de ciencia aplicada para intentar adivinar los resultados de los partidos o quizás conociendo la trayectoría de cada equipo en la liga pero… en la lotería, no. Absultamente no.

Si te paras algún dia a mirar el tipo de personas que hacen cola ante las administraciones de lotería, el perfil es siempre el mismo. Gente que no sabe absolutamente nada de estadística y que aspiran a que «un golpe» de suerte les haga ganar mucho dinero. A pocos de esos que hacen cola se les ha ocurrido pensar que hay otras formas de ganar dinero como estudiar durante 3 o 4 años, cambiar de profesión, arriesgar un poco cambiando de empleo o símplemente aprender idiomas o irse una temporada a algún otro país donde las oportunidades (y los salarios) sean mayores. Es demasiado trabajo o tiempo. La solución fácil es gastarse 20€ y esperar a la suerte.

En general, la cultura del esfuerzo y su expansión parece que no es algo que le interese a ningun gobierno, los cuales prefieren continuar generando ingresos con sus loterías antes que lanzar campañas para que sus ciudadanos se formen, estudien y tomen riesgos para crear un país más competitivo.

Por favor, deteneos un día delante de una administración de lotería y contemplad a la gente durante 20 o 30 minutos.

Cómo vivir para siempre

Para vivir eternamente solo son necesarias dos condiciones esenciales que invitan a la reflexión sobre los límites de la vida y la existencia:

      • Vivir mientras estás vivo. No es ningún secreto que mucha gente no sabe vivir. Sobre la felicidad se han escrito ríos de tinta, como el Ser Feliz, la Teoría de la Disruptividad o Las 8 Claves para ser feliz, y sin embargo ahí tenemos a media humanidad, sobre todo en los países más ricos, sin saber que hacer para tener una vida plena y ser feliz. Hay pocos secretos para ello: comer bien, hacer ejercicio, tener metas, olvidarse de las redes sociales (y especialmente de Instagram), estar socialmente conectado, romper con lo que no te hace feliz (y con la gente «consumidora de energía») y no tomarse las cosas demasiado en serio.
      • Dejar algo que perdure más allá de tu muerte física. Esto es lo más importante si quieres vivir para siempre y además es lo que puede dar sentido a tu vida mientras estás vivo. Básicamente se trata de tener claro el legado que quieres dejar y durante cuanto tiempo quieres que perdure. En mi caso particular son mis hijos, la historia escrita y documentada de la familia (con árbol genealógico y miles de fotos incluído), escribir un libro y dejar una casa en el pueblo donde nació mi padre.

Parece fácil, ¿no?. Hay muchas personas que siguen entre nosotros después de dejarnos y aunque no pretendo estar a su nivel, solo por citar algunas, diré Albert Einstein, Jesucristo, Mahoma, Gandhi, Darwin, Buda y Freud. También hay otras que siguen muy vivas, y que no deberían estarlo, como Hitler, Franco, Stalin o Kennedy (que fue el impulsor de la guerra de Vietnam y de la invasión de Bahía de Cochinos en Cuba).

Pol y Blanca hace unas semanas en el CosmoCaixa en Barcelona, siendo felices.

«Bronca» y «La última familia ninja»

Últimamente me cuesta encontrar cosas interesantes en Netflix y al final acabo algunos días viendo vídeos y documentales en YouTube aunque en la mayoría de los casos pueden pasar semanas sin que encienda la televisión.

De las series que he visto estos últimos meses, hay dos que me han gustado y que al menos las he terminado: «Bronca» y «La última familia ninja».

«Bronca» es una minierie estadounidense de 10 capítulos que se sale un poco de los clichés americanos soporíferos y que arranca con un incidente de tráfico entre dos personas.

«La última familia ninja» es japonesa y por tanto diferente. Tengo que decir que gracias a esta serie he comenzado a interesarme por las películas (y series) japonesas y coreanas que aportan mucha frescura al catálogo cada vez mas aburrido de producciones americanas.

Lolita

He terminado de leerme «Lolita» de Vladimir Nabokov y ha sido muy decepcionante.

Publicada en 1955, está incluída en prácticamente todas las listas de mejores novelas de la literatura del siglo XX y no son pocos los críticos que la consideran «una obra maestra de la literatura universal contemporánea y un clásico moderno». Francamente, no lo entiendo.

«Una obra maestra» debería ser algo que cuando lees, te gusta, te transmite o te hacer sentir algo, y que al terminar dices «wow». Desde luego no es el caso de Lolita.

Creo que se incluye en todas las listas por la polémica que suscitó en su publicación inicial o porque trata el tema de la pederastia en los Estados Unidos de la primera mitad del siglo XX o a saber porqué. Estoy absolutamente convencido que nadie que leyera la novela sin conocer su contexto o críticas recibidas podría decir que es «una obra maestra».

A riesgo incluso de que me califiquen dentro del selecto club de lectores incultos, diré que además de todo lo anterior, el libro es difícil de leer, con gramática rebuscada y narración lenta hasta el insomnio.

Desde luego, nada que ver con Michel Houellebecq, Niccolò Ammaniti o clásicos como Joan Sales, Márquez y Tostói.

Soviéticos, Americanos y Afghanistan

Uno de los libros que estoy leyendo actualmente es «The Reagan Diaries» que básicamente es la recopilación de todos los diarios que escribió Ronald Reagan durante sus 8 años como presidente de los Estados Unidos.

En su página 386, el viernes 24 de enero de 1986, escribió lo siguiente:

«Over to the Oval Office for staff & NSC meetings & then 5 Afghan children were brought in. They were mere babys, but all victims of Soviet bombings. One little girl with her face virtually destroyed. Three with one arm each & one with only one leg. I’d like to send photos to Gen. Sec. Gorvachev»

Poco imaginaba Reagan que apenas 15 años después, Osama Bin Laden y sus amigos, que habían sido entrenados por la CIA para combatir a los soviéticos en Afghanistan, decidirían atacar a los Estados Unidos en su territorio el 11 de septiembre de 2001. Este hecho justificó la invasión de Afghanistan por parte de las fuerzas norteamericanas así como los más de 15.000 muertos civiles, 10.000 de ellos atribuídos directamente a Estados Unidos y sus aliados.

Ronad Reagan murió en 2004 probablemente sin haber llegado a enviar nunca ninguna foto de las víctimas de su propio país al hijo de uno de sus mejores amigos, el presidente George W. Bush.

Comprar buena fruta

La regla básica a la hora de comprar fruta es evitar los establecimientos donde se ha usado o usa cámara frigorífica y por supuesto las ceras, esas que hacen que las manzanas parezcan que hayan salido de una película de Disney de lo tanto y tanto que llegan a brillar y que después necesitas 2 litros de agua para limpiarlas.

Los grandes centros comerciales como Carrefour, Mercadona y Auchan son grandes compradores de fruta y verdura y lo hacen donde la encuentran más barata: en Lleida, en Almería, en Marruecos (como los tomates de Mercadona) o en Sudáfrica. Prácticamente ninguno de los grandes vende fruta local (digamos menos de 100 kms) por lo que es evidente que utilizan masivamente cámaras frigoríficas no solamente para transportarla sino también para almacenarla. ¿Te imaginas el viaje de las naranjas y mandarinas del Mercadona desde Sudáfrica? Obviamente, ni las cargan en un avión ni en un camión atravesando todo el continente africano.

El caso de las pequeñas cadenas de supermercados tipo Keisy es interesante porque tras la apariencia de negocio local suelen estar agrupadas en asociaciones o grupos mayores que actúan como centrales de compra adquiriendo también grandes cantidades de fruta que pasa por sus neveras.

Después de investigar un poco, he calculado que el tiempo medio desde que se recoje una naranja en Sudáfrica hasta que te la comes, puede ser de hasta dos meses (16 días solamente para llevarlas en barco). Si dos meses en una nevera te deja una mandarina sin sabor (quizás dulce, si, pero sin sabor) imagina un tomate que tan solo con un par de horas en frio rompe su textura y degrada su sabor.

Las mejores frutas y verduras las solemos encontrar directamente en mercados locales como la Feria del Melocotón de Ordal o el mercado de los sábados en Vilafranca del Penedès. También suelen ser opciones locales los mercados centrales de las principales ciudadades tipo Mercabarna o Mercamadrid aunque no es seguro de nada. Habitualmente, las pequeñas tiendas en los clásicos mercados de barrio suelen abastecerse ahí.

Un caso especial y uno de mis preferidos son las tiendas de «pakis» donde la fruta es más auténtica, sin ceras y sobre todo sin neveras. Quizás el aspecto exterior es un poco más feo pero creedme que es donde mejores tomates y melocotones he encontrado.

Para acabar, un secreto: no todo el año hay naranjas de Valencia o melocotones del Ordal. Al igual que las fresas y otras frutas, la gran mayoría de las veces, las estarás comprando de invernadero o de algún país de África si esperas encontrar en pleno enero esas frutas.

La equidistancia

El 22 de diciembre de 1891 se publicó una de las patentes que más ampliamente se ha utilizado en el mundo, la US465588: el rollo de papel higiénico. Como todas las patentes, los detalles son accesibles desde Google Patents.

El dibujo original del rollo de papel higiénico no deja lugar a dudas sobre como debe montarse: con la tira de papel extraíble en la parte más separada de la pared.

Probablemente después de esta clara evidencia aun haya gente que siga dudando o que crea que hacerlo de la otra forma es mejor y la verdad es que es muy respetable aunque obviamente están equivocados.

Lo importante es tener claro donde estás y defender tus ideas (rollo hacia adelante o hacia atrás) porqué ¿Qué puedes esperar de alguien al que le de igual colocar el rollo de una forma u otra?

La equidistancia es al final lo que hará que nuestro mundo desaparezca si no somos capaces de defender en lo que creemos, de luchar por lo que queremos y posicionarnos. Todo comienza por darnos igual la posición del rollo en el cuarto de baño y termina ignorando la guerra entre Rusia y Ucrania, la matanza de palestinos por parte de Israel y la desaparición de los glaciares.

IA para sustituir a los políticos

Esta mañana he tenido una idea genial. ¿Porqué no hacemos una aplicación con Inteligencia Artificial para sustituir a los políticos?

La buena noticia es que tampoco es necesario que sea muy inteligente😂, de hecho con un buen excel conectado a unos cuantos cientos de KPI provinentes de los institutos nacionales de estadística y al Eurostat y un par de macros, podríamos hacer un simulador de ministros y presidentes para tomar mejores decisiones.

Al final el único input humano que necesitariamos sería un mini formulario en el que el partido ganador de las elecciones pudiese elegir los siguientes parámetros para comenzar a obtener decisiones automatizadas:

    • % de repartición de la riqueza: Que los ricos cada vez sean más ricos o crear más clase media.
  •  
    • % de sentimiento patriótico: Intentar unificar el sentimiento nacionalista y religioso de los ciudadanos o asumir la diversidad como un valor.
  •  
    • % de protección del planeta: Te da igual el planeta que dejaremos a nuestros hijos o intentar aspirar a un futuro mejor.

Y ya está, todo el resto de parámetros que puedas pensar, podrían ser calculados a partir de estos tres iniciales como por ejemplo el nivel de presión fiscal por nivel de ingresos o el número y tamaño de banderas del país o región que vas a comprar y ubicar en sus plazas.