De ruta por Europa

Se acabaron las vacaciones. En esta ocasión Pol, Blanca y yo hemos recorrido casi 3.000 kms en coche haciendo un pequeño recorrido por Europa atravesando 8 países:

Día 1 – De Barcelona a Génova: Embarcamos el coche en un ferry de la compañía GNV que nos llevó al Puerto de Génova en Italia. Salimos a las 9 de la mañana del Puerto de Barcelona y 24 horas después ya estábamos en Italia. Consejo: No contrates la pensión completa del buque.

Pol y Blanca mirando la luna llena mientras atraviesan el Mediterráneo

Día 2 – Dormir al norte de Milán: Después de visitar Varese, llegamos a nuestra destinación en Italia, el Camping Trelago, junto al Lago de Ghirla y… aquí empezaron los problemas. Una hora y media para montar la tienda de campaña. Eso sí, el sitio precioso.

Después de una hora y media terminé de montar la tienda de campaña

Día 3 – En el Camping Trelago: Estuve todo el día arrastrándome como un gusano porque algo me había sentado mal, muy mal. Pol y Blanca, mientras tanto, campaban a sus anchas por el camping recogiendo palos para construirse cabañas. No fue hasta la tarde que tuve ánimos para levantarme y hacer algo.

Día 4 – Hacia Darmstat: Después de unos pequeños problemas con el coche, nos fuimos a Suiza, donde comimos y después de cruzar a Austria, entramos en Liechtenstein y desde ahí encaramos dirección norte a Darmstat, en Alemania, donde pasamos la noche. El turno de ponerse malo fue para Pol.

Día 5 – Acercándonos a Luxemburgo. En el quinto día íbamos a dormir en Baustert, junto a la frontera de Luxemburgo y después de esperar unas horas a que Pol se pusiera bueno (tenía lo mismo que yo el día anterior), continúamos con el coche atravesando pequeños pueblos alemanes en mitad de bosques hasta nuestro destino.

Las vistas que teníamos en Baustert cuando salíamos de nuestra casita

Día 6 – De Visita por Luxemburgo. Después de visitar Vianden y su fantástico Castillo en Luxemburgo, comimos en Diekirch y continúamos la ruta hasta Fleurey-lès-Lavoncourt, ya en Francia, donde pasamos la noche en una magnífica casa en mitad de un pueblo rural francés, rodeado de un jardín y una pequeña piscina donde Pol y Blanca se lo pasaron pipa.

Blanca haciendo carotas al cruzar la frontera de Luxemburgo

Día 7 – Atravesando Francia. Después de casi 6 horas de coche atravesando el centro de Francia llegamos hasta Le Village des Monédières, un bonito camping de cabañas en mitad de una zona preciosa de pequeños pueblos medievales como Treignac.

Día 8 – Visitando pueblecitos. Hoy tocaba jornada de descando y la dedicamos a la piscina, siesta, paseos por los bosques y a visitar pueblecitos. La noche la volvimos a pasar en el mismo sitio.

Treignac

Día 9 – De vuelta a España. Tocaba volver a España pero no nos íbamos a ir directos a Barcelona… La siguiente parada era en Boltaña (Huesca) donde íbamos a pasar dos noches en la Casa Poliblanca. Nuevamente, tuvimos una ruta de unas 6 horas en la que atravesamos los Pirineos de norte a sur a través del Túnel de Bielsa.

Día 10 – Descansando en Boltaña. Dedicamos el día a ver a mis primos, ir a pescar, ir a la piscina de Ainsa y a jugar mucho.

Pol y Blanca de pesca en el rio Ara en Margudgued (Huesca)

Día 11 – Por fin en Barcelona. Nos levantamos tranquilamente, desayunamos, fuimos a dar un paseo al Castillo de Boltaña y después de comer ya en Cataluña llegamos a casa alrededor de las 5 de la tarde.

Y sí, han sido unas vacaciones un poco cansadas, sobretodo para mi que no he podido hacer muchas siestas porque me dediqué a conducir mientras Pol y Blanca utilizaban el tiempo después de las comidas para dar una cabezadas.

Pero hemos descubierto zonas muy interesantes y poco turísticas del centro de Europa, bosques increíbles, lagos y pequeños pueblos medievales. Todo muy recomendable.

Visitar Europa desde Barcelona

Como que lo prometido es deuda, este post está dedicado a Nacho y Valeria. Básicamente se trata de responder a la pregunta de que ver de Europa si tan sólo tienes 3 o 4 semanas y pisas el viejo continente por primera vez.

Mi primera propuesta es la de establecer la base de operaciones en Barcelona y desde aquí hacer salidas a los destinos más interesantes:

  • Italia y Austria. El siguiente punto de visita debería ser Verona, en el norte de Italia, donde montaremos la base de operaciones desde la que visitar el norte del país y Austria. Para llegar a Verona, lo más cómodo es volar a Milán o Venecia y alquilar un coche que nos servirá para realizar todas las visitas: Milán (a dos horas de Verona), Lago de Como (muy cerca de Milán), Venecia (a una hora de Verona), Ravenna (a dos horas), Florencia (a dos horas y media), Innsbruck (a 2 horas de Verona y pasando por el impresionante puerto del Brennero), Salzburg (a 4 horas de Verona) y la espectacular, acogedora e histórica Verona.
  • Roma. Imprescindible, lo mejor es volar en avión desde Verona o desde Barcelona porque no hay forma de aparcar el coche en ningún lado. Ahí hay que visitar toda la ciudad a pie y deleitarse con el Vaticano, la Fontana de Trevi y el Panteón de Agripa.
  • Berlín. Es una ciudad moderna y cosmopolita que encierra algunos de los museos más impresionantes del mundo. Además de ser barata es muy cómoda y acogedora y si tuviera que designar una capital de Europa la eligiría a ella. El Museo Pergamon es de obligada visita para pasear entre joyas arquitectónicas de Roma, Mesopotamia y Grecia y detenerse a contemplar la espectacular Puerta de Ishtar que en su día fue una de las puertas de la muralla de Babilonia construída 5 siglos antes de Jesucristo. Numerosos y baratos vuelos unen Berlín con las principales ciudades europeas.
  • Londres. La gigantesca y desperdigada Londres tiene realmente pocos ingleses: a los ya casi autóctonos inmigrantes indios y pakistaníes se les han unido miles de españoles, italianos, franceses y alemanes, principalmente estudiantes, que viven en la capital intentando aprender inglés. Además del centro de la ciudad (Picadilly Circus, Oxford St.,…) hay que visitar el Museo Británico, la National Gallery,  la Tate Gallery (donde están la Ophelia y el Cristo en Casa de sus Padres de Everett Millais) y el Museo de Historia Natural. La mejor forma de llegar es en avión aunque si estás habituado a conducir por la izquierda también es una opción embarcar el coche en Calais.
  • París. Creo que es una ciudad que no hace honor a su fama. La salva el Louvre y los mitos que envuelven su historia y monumentos: la Torre Eiffel, el Sena y Notre Dame. En general es bastante caro dormir y comer por lo que una buen opción si dispones de vehículo es reservar en alguno de los hoteles baratos tipo «Formule 1» que suelen estar algo alejados del centro pero que son muy cómodos y limpios. Otro aspecto a tener en cuenta son los horarios de las cocina: a partir de las 21h se hace muy difícil poder cenar en París porqué los franceses lo hacen alrededor de las 19:30 o las 20:00.

Visitando todas estas ciudades y moviéndote un poco en coche por sus alrededores, tendrás una idea bastante clara de lo que es el centro y algo del sur de Europa. Por supuesto, te faltará el sur de España y el de Italia, Grecia y los países nórdicos. Si tienes tiempo, también debes visitar Estambul.