Hemos Encontrado el GC7FA1

El domingo pasado con Xavi, Irene y Sofía, decidimos ir de Geocaching y concretamente a la caza del caché GC7FA1 ubicado en El Corredor. Para quien no sepa de que habló, el Geocaching es una actividad consistente en encontrar dispositivos o «cachés» escondidos en todo el mundo en lugares relevantes, desconocidos o pintorescos.

Primero de todo necesitas saber que cachés (o geocachés) hay cerca de donde quieres ir (en la página internacional de Geocaching) y después con ayuda de un GPS y de alguna pista tienes que intentar encontrarlo. Cuando lo haces, lo habitual es dejar unas notas en el log físico de visitas (una libreta), coger algo del caché y dejar otra cosa (generalmente pequeños regalos). Después, una vez en casa, actualizas el log de Geocaching por Internet.

El GC7FA1 está muy cerca del Santuario del Corredor, a 630 metros de altura sobre el nivel del mar y construída en el siglo XVI. En las fotografía siguiente aparece el lugar donde estaba escondido el geocaché.

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Las «Dones d’Aigua» de Sant Iscle de Vallalta

A las afueras de Sant Iscle de Vallalta, un pequeño pueblo en la comarca del Maresme a pocos kilómetros de donde vivo, existe un paraje bastante desconocido llamado «Dones d’Aigua» al que se llega a través de una pista forestal que sale del pueblo. Se trata de un pequeño riachuelo con una pequeña cascada y un lago.

El lugar, en medio del Parque Natural del Montegre i Corredor, está rodeado de frondosos bosques y alberga muchas leyendas entre las que destaca la de las «Dones d’Aigua» (o Mujeres de Agua, en español).

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La leyenda cuenta que hace mucho mucho tiempo, un pastor joven y fornido descansaba una noche cerca del frescor del arroyo que hay en el lugar. Se despertó de golpe y atraído por unas dulces voces se metió en el bosque hasta que sin ser visto pudo espiar un espectáculo nunca visto. Era la danza de unas mujeres de agua, que vivían en las profundidades de las gorgas que formaba el arroyo y que seguían el compás de una música extraña y cautivadora. El pastor se quedó prendado por una de ellas y a la siguiente noche de luna llena volvió al mismo lugar y consiguió materializar su amor por la mujer de agua que le había robado el corazón.

El hada quedó en cinta y en el momento de dar a luz ni ella ni sus compañeras pudieron comprender lo que le sucedía ni como debían actuar. Gritaron desesperadamente durante siete noches. Sus aullidos sacudieron los bosques de la sierra y el temor se apoderó de los pueblos y núcleos de la comarca que cerraban sus puertas y ventanas así que el sol caía por miedo a los espíritus y brujas que creían habitar en sus bosques. Finalmente una anciana de Sant Iscle subió hasta el arroyo y ayudó a la mujer de agua que finalmente pudo dar a luz. La leyenda quedó anclada en lo más profundo de las gentes del lugar y se ha ido transmitiendo de generación en generación.

Hace unos días descubrí el lugar por casualidad mientras estaba de «expedición» con el coche en medio de la montaña.

Narbona y sus Alrededores

El Viernes por la tarde, Paul nos propuso que en vez de quedarnos por Barcelona haciendo el turista durante el fin de semana (como teníamos inicialmente previsto) podíamos ir a Narbona, donde tiene una casa familiar y pasar allí el sábado y el domingo.

Paul de La Presle leyendo el periódico
Paul de La Presle leyendo el periódico

Aceptamos la idea y ayer sábado por la mañana cogimos el coche y después de comer en Cadaqués, nos plantamos en Narbona un poquito antes del anochecher. La casa de Paul, muy grande y muy antigua, está aislada a unos 15 minutos de la ciudad en medio de viñedos y rodeada de pinos. Hoy domingo hemos visitado los pequeños pueblos medievales con reminiscencias romanas y el increible centro de Narbona.

La casa de Paul
La casa de Paul

Conocí a Paul en Verona hace 2 años y trabajamos juntos allí durante más de medio año en un proyecto bastante duro. Él nació en Londres, vivió durante más de 30 años en París, durante 4 en Berlín y ahora nuevamente ha vuelto a Londres por trabajo con toda su familia.

Como llegar a Sampietro (el pueblo)

Emili me pregunta en un comentario como llegar al pueblo de Sampietro, ubicado en el Sobrarbe aragonés. Ahí van las indicaciones justas (ver mapa en Google Maps):

      • Antes de salir se tiene que verificar el material necesario: Vehículo 4×4 o SUV, calzado adecuado para andar, mapa (o GPS) y agua.
      • El punto de partida será Boltaña (Huesca). Ver en el mapa adjunto el punto A.
      • Seguir en vehículo por la línea azul hasta el punto B. Es una curva cerrada a la derecha desde la que hay una buena panorámica. Aproximadamente unos 7,5 kms que se hacen en unos 45 minutos. La pista en algunos tramos está bastante mal.
      • Aparcar el coche en esa zona.
      • Comenzar a descender a pie por el sendero PR-HU 44 que en algunos tramos está señalizado con la indicación «San Pietro»y/o «Buerba».
      • Después de 30 minutos hacia abajo habremos llegado al pueblo abandonado de Sampietro y comenzaremos a ver las primeras casas.

Fin de Semana en la Cerdanya

Este fin de semana hemos subido a la Cerdanya a hacer una visita a Barto y Mercé que hacía más de 2 años que no veía. Al final nos hemos juntado Javi, Rocio, Nando, Eva, Barto, Mercé, Mónica, unos cuantos niños y yo.

Hemos dormido en Bellver y hemos estado por Bolvir, Puigcerdà y el Parque Natural Cadí-Moixeró donde incluso he cogido algunos rovellones.

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Coll de la Creueta

Ayer, estuvimos de excusión dominguera con Pep y Ana en Castellar de n’Hug (Barcelona) donde nace el Rio Llobregat a unos 1.400 metros de altitud. La visita no es especialmente interesante ni te va a marcar el resto de tu vida por la espectacularidad de las fuentes, más que nada porque parece un parque de atracciones más que una excursión a la montaña.

A la vuelta, decidimos innovar un poco y lo hicimos regresando (o intentando regresar) por una carretera que no teníamos muy claro donde nos tenía que llevar más que nada porque estaba en dirección opuesta a la que nos había traido… Y sin quererlo ni beberlo, comenzamos a adentrarnos en el Parque Natural Cadí-Moixeró por una carretera llena de curvas, con pendientes de ascensión bastante pronunciadas y en mitad de un auténtico diluvio.

Coll de la Creueta
Coll de la Creueta

Al final resultó ser que llegamos al Coll de la Creueta, un magnífico puerto de montaña de 1.888 metros de altitud, rodeado de bonitos prados, vacas y caballos. Bajando por la carretera pasamos por delante de la estación de esquí de La Molina y posteriormente por Toses hasta Vic.

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Si no te importa hacer kilómetros con el coche, la ruta por el Coll de la Creueta es una buena recomendación para un domingo que no tengas muchas ganas de moverte. Llévate ropa de abrigo para evitar congelarte.

Sampietro y Morillo de Sampietro

Aprovechando que el fin de semana estábamos en el Sobrarbe Aragonés, y tal como avisé en el post del 24 de Junio, el sábado fuimos de excursión a Sampietro y después a Morillo de Sampietro, donde habita una sola persona, a casi una hora de Boltaña por pista forestal en bastante mal estado (sin 4×4, no subes).

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La excursión es altamente recomendable si no te gusta mezclarte entre domingueros y turistas. Eso sí, prepárate bien, porque el camino en coche es bastante movido hasta donde se puede llegar, y el último tramo a pie es algo más que un sencillo paseo.

En Sampietro nos espera un pueblo abandonado hace más de 400 años donde la vegetación se entremezcla con las viviendas en ruinas. A poca distancia nos encontramos Morillo de Sampietro con sus casas de más de 200 años y con unas vistas increibles de todo el Pirineo.

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En la primera fotografía estamos en el punto donde debemos detener el vehículo y comenzar a descender hasta Sampietro. En la segunda, se ve Morillo de Sampietro en la parte central y la Peña Montañesa al fondo a la izquierda.

Sangre, Sudor y Piedras

Este fin de semana ha sido especialmente intenso. El domingo participé junto a Jordi, José Luís, Vicenç, Juanma y Josep en la III Carrera a la Peña Montañesa, de 24 kms, en el Pirineo de Huesca.

La Peña Montañesa desde la huerta de Guaso
La Peña Montañesa desde la huerta de Guaso

El despertador sonó a las 6:00 AM y después del desayuno nos fuimos a Ainsa donde nos esperaba el autocar que nos tenía que trasladar al Monasterio de San Victorian (el más antiguo de España) donde estaba ubicada la salida de la prueba.

A las 9:30 los 110 participantes tomamos la salida desde la cota 1.100. El primer obstáculo consistía en alcanzar la cumbre de la Peña Montañesa a 2.291 metros en menos de 2 horas, tiempo límite marcado por la organización para recorrer los 5 kms de la primera parte del circuito.

El descenso fue muy peligroso porque nos tuvimos que enfrentar a casi 2 kms de pedrera con un fuerte desnivel. Aquí comenzaron a aparecer las primeras caídas, cortes, heridas y puntos. Los servicios médicos de la Collada estuvieron ciertamente entretenidos durante toda la mañana atendiendo a los numerosos heridos y lesionados que pasaban por el punto de control.

En ese punto, después de casi 2 horas de carrera, aun quedaban 17 kms por caminos entre bosques, campos y barrancos. Y si ya de por si, eso no fuese bastante, la temperatura a las 11 de la mañana ya estaba por encima de los 30 grados.

Pasado el kilómetro 14 la carrera se volvió un auténtico infierno.  Una vez terminado el bosque, nos enfrentamos a un sol terrible que nos golpeaba sin cesar mientras que nuestras piernas a duras penas subían y bajaban las suaves colinas de camino a la Ainsa por los caminos más pedregosos que había visto nunca jamás. Aun quedaban por llegar los 2 kms de lecho de rio entre guijarros, agua y barro que nos condujeron hacia el Polideportivo de la Ainsa, donde se encontraba la llegada.

En mi caso, la agonía duró 4h 01′ 04» después de casi 24 kms, 1.589 metros de desnivel acumulado de subida, 2.063 de bajada y 35 grados de temperatura a la llegada. Quedé en la posición número 76 de los 90 que finalmente fueron capaces de llegar a meta en tiempo. Sólo 4 de los 6 que íbamos terminamos la prueba.

Después de 20 maratones, esta ha sido la prueba athlética más dura en la que jamás he participado.