Carmen y Ramón de Margudgued

En una de mis visitas al cementerio de Margudgued hace unos 15 o 20 años, fotografié las lápidas de Carmen Sampietro Coscujuela y su marido Ramón Santolaria Albás. Murieron en 1956 y 1958 respectivamente, y Carmen era la hermana de mi bisabuelo Antonio Sampietro Coscujuela (o Coscojuela, o Cascujuela como pone en la lápida,… pero está mal).

Lápida de Carmen Sampietro Coscujuela en el Cementerio de Margudgued.
Lápida de Ramón Santolaria Albás en el Cementerio de Margudgued.

He decidido publicar estas fotografías porque en la última ocasión en la que estuve ya no estaban. Imagino que el frio, la nieve y la lluvia deben haber contribuído a que las placas de la lápidas no hayan durado ni 60 años.

El Cementerio de la Recoleta y su Basílica

Después de que hace una semana tuviera la oportunidad de volver al Cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires (ya había estado hacía 3 meses) he incorporado este rincón de la capital argentina a mi Lista de Lugares Clave en el Planeta Tierra.

El recinto alberga solamente monumentos funerarios de una envergadura representativa de un pasado argentino mejor, cuando el país era la cabeza del tren sudamericano, hace ya demasiadas décadas. Magestuosas tumbas con reminiscencias egipcias se alzan entre multitud de estatuas, árboles y turistas que veneran a todas horas la tumba de Evita.

Otro punto importante de la visita a este cementerio es la Basílica de Nuestra Señora del Carmen, consagrada en el año 1734 y que tiene en su interior algunas curiosidades importantes.

La Iglesia de Margudgued

La iglesia del pueblo data de los siglos XVI y XVII, con planta de crucero bajo, nave única, cierres de bóveda, puerta con arco de medio punto y diminuta torre en los pies a modo de campanario. Sus campanas datan de 1764 y en 2004 fueron rehabilitadas.

La Iglesia de Margudgued en 2003
La Iglesia de Margudgued en 2003

Antiguamente, la Iglesia de Margudgued tenía un pequeño cementerio adjunto en el lado izquierdo de la construcción (estando en frente de la puerta), pero en la primera mitad del siglo XX (muy posiblemente justo después de la Guerra Civil) fue cambiado de ubicación al utilizarse ese terreno para construir los establos de «Casa Gila».

El cementerio actual, en las afueras del pueblo y sin carretera de acceso, viene datado de 1924, según aparece inscrito a la entrada del mismo.